Fue capellán mayor de la condesa Leonor Manrique de Sotomayor y Zúñiga, como miembro de la familia Barea, que estuvo al servicio de la Casa Ducal de los Medinasidonia. La condesa le favoreció en un codicilo que incluyó en su testamento en 1581. Su hermano Juan, bachiller, sirvió también a la condesa como abogado de sus asuntos.